Reflexión: Que alegría poder comer tu pan , que es tu cuerpo , que es tu amor, tu vida , tu anhelo , tu preocupación por mí , tu esperanza puesta en mí, tu abrazo. No puedo más que agradecerte que te quedaras conmigo , que me quieras , que me perdones , que me sonrías , me mires y me des confianza . Gracias Jesús de Nazaret, por quedarte con cada uno de nosotros , para ayudarnos y protegernos todos los días de nuestra vida. Haz que cada día hagamos por conocerte un poco más, y esparzamos tu fragancia de amor entre todos y sobre todo, en aquellos que no te conocen . Ayúdanos a acercarles a los sagrarios del mundo, donde tu permaneces con tu cuerpo y con tu sangre, en todas nuestras iglesias.
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